Fama y depresión ¿Es eso posible?
Ser famoso es el sueño de muchas personas por el modo de vida que lleva aparejado: reportajes en revistas del corazón, entrevistas en televisión, una agenda llena de contactos y eventos de lujo… Pero hay una cara oculta y menos glamurosa tras las bambalinas de algunos escenarios. Muchas de estas personas que acostumbran a vivir mirando a las cámaras y sonriendo dejan de hacerlo cuando miran dentro de sí mismos. La depresión también les afecta a ellos, aunque parezca imposible.
¿Depresión? ¿En serio? Esta enfermedad es más común de lo que pueda parecer. Nadie está libre de sufrirla. Todos –y los famosos no son una excepción- hemos sentido alguna vez melancolía o tristeza, pero al final estos sentimientos han acabado desapareciendo con los días. Para las personas que padecen un trastorno depresivo este tormento no acaba hasta que piden ayuda a su familia, a sus amigos y/o a un terapeuta. Es un problema grave que, aunque se oculte bajo la alfombra, tarde o temprano precisa de un tratamiento para poder mejorar.
La depresión es una enfermedad normal más
La fama no vacuna contra la depresión, aunque las fotografías retocadas, el maquillaje y los trajes caros se empeñen en mostrar al mundo una realidad almibarada y feliz. Gente tan conocida como el actor Brad Pitt, el comediante Jim Carrey o la escritora de la saga de Harry Potter, J.K. Rowling, han pasado y superado con éxito depresiones más o menos severas para las que han precisado de la ayuda de psicólogos y terapeutas. Porque la depresión no se cura sola, no desaparece, no es cuestión de tiempo y de tomarse la vida con optimismo. Para luchar contra ella se necesita un tratamiento como el que ofrecemos los psicólogos de Lagasca en el barrio de Salamanca, en Madrid.
Hace unas semanas, durante la emisión del programa de televisión “Salvados”, que presenta Jordi Évole, se pusieron sobre la mesa las cifras de los casos de depresión conocidos en España. Los datos son abrumadores: nada menos que dos millones y medio de españoles sufren este mal. Para que nos entendamos, la población con trastorno depresivo es mayor que la de las comunidades autónomas de Cantabria, Murcia, Aragón, Asturias, La Rioja, Baleares o Canarias. Con este sorprendente porcentaje, no es de extrañar que algunos de los famosos a los que ha afectado hayan decidido hacerlo público.
Para tratar la depresión – según recomendamos en el centro de Lagasca – es fundamental atajar el problema lo antes posible, desde su inicio a poder ser. De esta manera se puede evitar el desarrollo de la enfermedad, así como el sufrimiento innecesario del paciente. Los profesionales de la salud mental tienen la capacidad y los recursos para ayudar a los afectados a superar ese momento de sus vidas para que no queden secuelas terribles y duraderas en el ámbito personal y profesional de quienes padecen esta enfermedad. El tratamiento a tiempo supone una mejoría de la calidad de vida y en algunas ocasiones incluso salva esa vida, pues la depresión en sus últimas fases y en su máxima gravedad provoca en la víctima pensamientos suicidas.
Los famosos no son, como decíamos, inmunes a los problemas de la salud mental. Algunos de ellos han hablado en medios de comunicación sobre sus casos y han destacado no sólo la depresión, sino también la ansiedad, la bulimia o la anorexia. Cada vez encontramos más casos en la sociedad de este tipo de trastornos.
Robbie Williams protagonizó uno de los últimos casos más sonados al respecto al manifestar, en una entrevista con el periódico británico The Sun: “Tengo una enfermedad que quiere matarme y está en mi cabeza, así que tengo que protegerme de eso”.
El problema es no darle la importancia que se merece a la salud mental, o al menos no la misma que le damos a la salud física. Porque no se suele mencionar, parece que está mal visto, no se trata cuando es necesario y las personas se autoconvencen de que nada puede ayudarles a sentirse mejor. Por ello es encomiable el trabajo de algunos famosos que han sufrido depresión y que utilizan su relevancia mediática para transmitir un mensaje esperanzador: la depresión se cura pero hay que dar el paso. El psicólogo puede ayudarte a superarla.
En Lagasca Centro Terapéutico, en el barrio de Salamanca de Madrid, junto al Retiro, existe un equipo de terapeutas y psicólogos capaces de luchar contra ella. Pueden ayudarte. Confía. No hay nada que perder y sí mucho que ganar.