Todas las personas, tengan la edad que tengan, pueden sentirse tristes. La pérdida de un ser querido, el miedo a perder a sus padres, una reacción negativa de alguien que verdaderamente les importa o un sinfín de circunstancias del día a día pueden hacer que un niño sienta y manifieste este sentimiento.
Lo importante es que esta emoción no se reprima. El miedo, la alegría, la ira… todas estas emociones deben ser validadas por el adulto, apoyadas, y nombradas. Saber canalizarlas es primordial para el desarrollo psicológico del niño. Negarlas u olvidar estas emociones negativas sólo va a provocar sentimientos contradictorios en el pequeño y probablemente caerá en un círculo vicioso: estoy triste y no debería, por lo que me pongo más triste aún ya que no sé salir de esta situación.
La depresión es una emoción importante y necesaria. Es la oposición natural de la alegría, por lo que sin una no existe la otra. En la vida adulta es muy frecuente y no nos extraña que nuestros familiares y amigos estén tristes de vez en cuando. Es lo natural. Sin embargo, cuando percibimos depresión en un niño nos choca y nos alarma, como si los niños no tuvieran derecho o necesidad de estar tristes. Siempre les decimos: “no llores”, o “estás muy feo cuando lloras”, frases que lejos de validar la emoción que está sintiendo la reprimen y le hacen creer que está mal sentirse así.
Causas depresión Infantil
La vida de juegos sin preocupaciones que atribuimos a los niños a veces no es tan idílica y su alegría no siempre es inquebrantable, aunque sea mucho más frecuente en ellos que en los adultos esa emoción. La depresión es común en los niños, a menudo por razones que a simple vista puedan parecer banales a nuestros ojos. Es necesario también que a veces se sientan así, y en algunos momentos resulta inevitable si se enfadan con algún amigo, desaparece de su vida algún familiar por una muerte, un ingreso hospitalario o un viaje, o se muere su mascota.
…”La mejor manera de ayudar a un niño que se muestra triste es hablarle de ese sentimiento, de esa emoción”...
Hay que identificarla y entenderla, no ocultarla o reprimirla. Ellos necesitan reconocer lo que sienten, ponerle nombre, para hablar de ello cuando se sientan así con alguien que pueda hacerles sentir mejor. Deben entender que lo que sienten es natural, que lo sentimos todas las personas a veces, y que aceptarlo es el primer paso para dejar que la emoción vaya desapareciendo con el tiempo.
Síntomas depresión Infantil
¿Cómo podemos identificar la depresión en un niño? Es muy fácil ver la alegría cuando se lo pasan bien, ríen y juegan. Cuando sienten miedo se quedan paralizados, inmóviles y en silencio hasta que se les pasa el susto. Pero la depresión es una sensación complicada, y sus manifestaciones no son tan claras. A veces pueden llegar a ocultar esa depresión muy bien.
Una posible señal sería la baja actividad. Cuando se muestran alicaídos, apáticos, duermen mucho, no comen demasiado, apenas hablan y parecen indiferentes ante lo que ocurre a su alrededor, tenemos bastantes pistas sobre lo que están sintiendo. Si a eso le añadimos el llanto, aun cuando no hay una causa desencadenante, parece bastante fácil deducirlo.
Pero el problema es que también podría estar triste un niño que no para quieto, que come demasiado, que muestra ansiedad, que no quiere dormir o que no para de hablar.
Es importante que las personas más cercanas a ellos, padres y profesores normalmente, estén atentos a los cambios bruscos de comportamiento, ya que a veces van de un lado a otro en el transcurso de un mismo día.
Tratamiento depresión infantil
Cuando detectamos estas conductas lo mejor que podemos hacer por el niño es preguntarle directamente qué le pasa, por qué se comporta de esa manera, qué siente. Es probable que, según la edad del pequeño, sea incapaz de contestar directamente. Puede que no sepa nombrar lo que tiene dentro y también es posible que no quiera contárnoslo.
En aquellos casos en los que los niños ya son mayores y no dejan fluir esa depresión como deberían los psicólogos del centro Lagasca, en el barrio de El Retiro, podemos ayudaros, tanto de forma presencial, en nuestras sesiones, como de forma Online. Al igualmente que si el niño ya es un adolescente, nosotros contamos con coaching para adolescentes, realizado por verdaderos profesionales.